Nunca me pierdo
en el laberinto de tu memoria,
siempre me ofreces
una puerta abierta hacia tus ojos
en el espejo de mi alma.
¿Si muero?
Arrepentirme no quiero de lo hecho y dicho
en los sauces de tus piernas.
¿Si vivo?
Que me entierren en el cráter de tu ombligo,
reposo del caminante,
tabernáculo del amante.
Autor .. Manuel Gimeno Cerevera..
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