lunes, 5 de enero de 2015

CIEGO, MUDO Y SONRIENTE




Con la mente postrera, mi pensamiento helado 
¡qué me importa tu día! Si el pulso no te siente 
con toda esta alma mía. Si el corazón no miente 
en noche linsojera con gemido cansado 



¡dime, muerte, qué muera! Sobre su piel anclado 
cuando voz yerma ardía sobre noche valiente 
con luna llena fría. Ciego, mudo, sonriente 
con torpeza severa, no fui ángel amando 



si, eres mía y te has ido con mirada dorada 
con herida curada, cuando mi luz decrece 
cuando en tu pecho anido con tu nube salada



nuestra derrota dada si la tristeza crece 
de todo me he rendido, de tus ganas osada 
de tu boca ultrajada, tu gesto desfallece



Autor: Manuel Gimeno cervera.
Derechos reservados.








No hay comentarios:

Publicar un comentario