domingo, 29 de noviembre de 2015

¡Corre mi gitana, corre! 

Con la falda arremangada 
surcan el río mermadas, 
rosa roja de estandarte, 

ojos verdes, manos largas
y en los bajos la navaja,
las gitanas vislumbraban,
lavando ropa sus penas.
Zíngara es tu fe cristiana
y vistes de brizna fina
cuando cantas tus plegarias
a la puesta del ocaso.
Llegan cantos de mordaza,
viene la benemérita,
a tu sangre roja clamas
la callada madrugada,
sus capas de telas claras
han entrado en esta corte
con las manos condenadas
¡Corre mi gitana, corre!
la brisa viene cegada
y la voz ensangrentada
en la noche subastada.


Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.
Lilit

Señora mía, aquí mis manos tienes; 
hoy como ayer bañadas de rocío 
sin pena, sin cuidado me encadenas 

a tu piel verde donde Adán sonrío.
Al borde del manzano de amor llenas
de rosas y perfumes, Dios rujío.
Quisiera ser tu ángel tenebroso
quisiera ser tu fuego clamoroso.


Manuel Gimeno Cervera.
ATRÁS QUEDÓ EL AMOR
Qué lejos quedó tu amor,
entre la niebla y tu luz,
lejos del mundo y mi cruz, 
¡oh mar!, mar conquistador.
Viene el alba en su negror
lloran ninfas y medusas,
de sus lágrimas abusas,
siento, cantos de sirenas
las ninfas cantan sus penas
donde navegan las musas.
Soy la gaviota que espera,
hambrienta, dócil, sumisa,
la voz de su poetisa,
en su piel y su quimera.
Si la luz del trueno viera,
a tus olas blancas, reto
a su espuma y su secreto
y al viento de noche helada,
abriéndole la portada
al abrazo del soneto.
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.
QUISIERA SER
Quiero ser hoja, viento que palpita,
quisiera ser la brisa que te besa
la tierra que te abraza y que te apresa, 
el árbol que su sombra te suscita.
Quiero ser como nube que gravita,
la lágrima que muere fría, espesa,
y como el humo azul que te atraviesa,
quisiera ser luciérnaga maldita,
como la negra brea de mi miedo.
Quisiera ser raíz en tus llanuras
el olivo que adorna tu semblante.
Y tu nombre será súplica y credo
en la arboladas fétidas oscuras
sobre todo este fuego obsesionante.
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España
Derechos reservado.
Afligidos poetas

Es tu vientre mi patria, la cuna del amante;
bajo tus cielos rojos, afligidos poetas 
cantan entre sus dientes su derecho de origen 

las secretas ternuras que fueron exiliadas.

Un latido sangrante me agita el corazón,
álgidas son las voces y valiente es la pluma
de una España apenada, dulce tierra amargada.
Somos hombres sencillos de una tierra sin frutos.

Recuerdo mis errores la condena al silencio,
este cáliz que quema mis manos, frente y pecho;
vuelvo a añorar al olmo de mis primeras letras
al olivo andaluz, al vino de mi patria.

Quiero ser hoja, viento, quisiera ser la brisa;
la tierra que te abraza la nieve que te cubre
la lágrima que muere como la negra brea,
el olivo que adorna los campos de mi España.

Mas la paz me encarcela, cual profunda tristeza
en esta noche loca donde el sueño es yaciente
sobre la espesa nube de los campos infames,
mi voz llama al ocaso con esta pasión loca.

Y mi corazón tiembla de tanto que te quiero,
en ese mar soñado sobre la fría luna.
Con sangre de la viña tu atardecer aclamo,
para que el sol se ciña con gusto a tu terruño.


Manuel Gimeno Cervera.
Gaviota a la deriva

Eres como la brisa fría y brava,
eres la espuma blanca de las olas,
eres la dulce mar, mar de aureolas,

eres la luz de fuego, ardiente lava.

Sobre tus aguas boga mi alma esclava,
gaviota a la deriva, rompeolas,
entre la luz, la niebla, viaja a solas,
y tus ojos de lumbre me cejaba.

Entre coral de espinas nos queremos,
sin palabras, tan solo acariciándote
con mi piel, con tus labios, cultivemos

mi frío corazón que sigue odiándote,
ese llanto de sangre desgastemos
y con mis propias manos aceptándote.


Manuel Gimeno Cervera.
ASÍ SOY.
Soy una ola blanca en tu cintura,
y de tus pensamientos me alimento.
Soy corazón ansioso y tu eco siento,
de España, de Valencia, de llanura.
Y soy viña, soy vino, nieve pura,
el misterio en tu labio más sediento
la dulzura en tu mano que cimiento,
la tierra que te abraza con ternura .
Con mi boca de pez muerdo mi cola,
y te busco en las noches sin estrellas
sobre tus ojos negros de española.
Soy bohemio en el vientre de las bellas,
soy tu mar dulce, soy tu caracola.
Así soy, trovador de las doncellas.
Autor: Mamuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados
FEROZ INSATISFECHO
Lunes, martes y miércoles, el jueves te he de ver,
si la lluvia de abril abraza mi tristeza.
Y le suspiro al viento cuando tu voz bosteza,
al otoño ceñudo con cuerpo de mujer.
En la calle sin nombre nunca existe el ayer,
aún recuerdo la ira de tu naturaleza
en tu jardín poblado, rozagante maleza
ya de fulgentes flores que embellecen tu ser.
Los viernes y los sábados para besar tu pecho
los domingos serán para deshojar rosas
en mi pecho nevado, feroz y complaciente.
Y besaré tu abdomen, si miro con derecho,
habituado a tu ausencia busco la mar que acosas,
deseo con urgencia ser tu ola confidente.
Autor: Manuel Gimeno Cerevra.
España.
Derechos reservados.
CARICIAS PRISIONERAS.

Tengo tantos anhelos que contarte 
como besos volando por el cielo 
de mi boca, miradas de consuelo 

desean recorrer tu piel y amarte,

perderme entre tus ganas sin rozarte,
si preso estoy en el llanto de tu velo
¿Y los rizos que cuelgan de tu pelo?,
son como lunas nuevas de luz, arte,

no me perdonaría si mi mano,
no lograra perderse en tus abismos
deseando cumplir ya su condena.
.
Y fuimos más allá de lo profano
de tu honestidad y tu cinismo

en tu flor, en tu sombra cincuentena.

Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.


CARICIAS PRISIONERAS.

Tengo tantas cosas que contarte
como besos sobrevolando
en el cielo de mi boca.

Miradas guardadas,
que anhelan recorrer tu cuerpo
y perderse entre tus ganas.

Deseando cumplir ya su condena,
en la cárcel de mis manos,
sudan caricias prisioneras.

¿Y los rizos que enredan mi pelo?
No me perdonaría si no te dijera
que no bailan sin tus dedos.

Tengo tantos sueños
como Lunas colgando en mi ventana.

Tengo tantos latidos
como los kilómetros que nos separan.
.
No puede ser...
que tú ahí y yo aquí, y entre los dos
tantos espacios en blanco,
tantas palabras calladas.


Autores: Tinta Corrida & Manolo Gimeno Cervera.
España (Cáceres & Valencia)
¡Ay, Luna!
Que se callen las armas de la tierra,
las bombas, los fusiles, los cuchillos...,
la luna se disuelve en rojos brillos,
llorando por su amada que está en guerra.
Maldito el que la paz mata y destierra
deteniendo el ocaso entre gatillos
si al alba ves morir entre bordillos
con el frío estallido que me aterra.
¡Ay, Luna!, tú que vistes negro velo
de ver sufrir tus hijos desolados
de injusticia y maldad ¡Tu dios permite!
Y con mi pluma escribo con anhelo,
únete a mis abrazos debastados
por la paz de tus hijos donde habite.
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.
La muerte va por María

Al llegar el descansillo del primer piso, María experimentó una lacerante opresión en el estómago y se encaminó desesperadamente, a la velocidad de un rayo, hacia el lavabo de señoras, la puerta se le resistía a cerrarse, y esos ojos a lo lejos la observaban.

Vomitó violentamente el miedo por su boca, con un grito que quebró los espejos del lavabo, y allí con los ojos cerrados esperó a la muerte.


Empezó la muerte a deslizar la guadaña por su blanca piel, por el
vientre de María, ella solo atinó a mover la cabeza de un lado a otro
suplicando a un Dios que jamás vio, haciendo todo lo posible para
que este sueño finalizara.

La muerte rió con una sonrisa aguda, no pudiendo impedir enamorarse
de María... temiendo por el color de su tez, aparto la guadaña.

María, dijo la muerte, no pienses que soy un farsante, qué a por ti,
he venido, pero esa mueca de tus labios me ha conmovido y una cosa
por la otra te doy un día más al amparo de tu padre.

Asistiendo María la cabeza, dispara como un rayo que no toca tierra
hacia la luz del Sol corrió, y el sordo miedo se había troncado en una furia
repentina en sus pies descalzos.


Manolo Gimeno Cervera.
AY, AMOR, NO TE SIENTO EN ESTE DÍA 

M e diste tanto miedo en la mañana 
A nulaste de un gesto mis deseos,
N umerando mis fallos, cual ufana.
U na llaga se abría entre golpeos,
E n un trance dudoso de desgana
L amiendo la nevada como reos.

G uerra de corazones honorable
I lusión de mi mente que me ardía,
M anteniendo la voz incontestable,
E n una enfurecida piel vacía.
N o fuimos un secreto inconfesable;
!O h¡ mar, mar masacrado, hazme de guía.

C omo recuerdos dejas dudas penas
E n un adiós por el camino andado;
R ebozando miserias por tus venas

V er tu lividez entre lo sembrado,
E s lo que más anhelo cuando truenas,
R ogando a mi placer abandonado

A y, mi amor, no te siento en este día.


Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.


POEMA DE LA DESPEDIDA
.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,

tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

.
Autor: José Ángel Buesa.
.
AMOR FALLIDO.
Es dolor lo que siento, necesito estar cuerdo,
aunque en mis sueños peque sobre tu roja boca
y el latido se seque sobre la noche loca
me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo.*
Esta dulce agonía sobre el sol disipé,
con mis ecos de piedra sobre el valle perdido,
la noche de lamentos que me ofreció Cupido
y el corazón me dice que no te olvidaré.*
Y en tus aguas crecientes a tu sombra le muerdo,
extraña lengua fría bogando mar hendido,
alterando su paz con el amor fallido.
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,*
a tu nombre convoco, tal como te juré,
en las hojas mojadas, compañera del alma.
Eres cima en mis sueños, mi sosiego y mi calma,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.*
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados