martes, 6 de enero de 2015

ESA MUJER VASCA



Nos queremos sobre tierra dormida
y me nutro de la sal de tu boca 
antes que el alba anuncie la partida 
y tu caliente dulzura desboca.

Mi aridez, mi ansia, empieza en tus botones
palpando tus senos de pura roca
tu húmeda fugada invade, rincones
librando arena dorada, qué llena.

Ebrio de tu aliento mis pulmones
ultrajando de tus ojos la pena 
sobre tus lágrimas el beso aboco
queriendo sumergirme en tu condena.
porque aún sin verte y oírte, yo te toco. 

Tocando el infinito de tu llanto
y arañando el horizonte te invoco.

Autor: Manuel Gimeno Cervera.
Derechos reservados.


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