miércoles, 7 de enero de 2015




En la omisión la voz se agrieta.


El palpitar del mundo se difumina 
entre tus manos 

manos resquebrajadas
al tacto de mi tierra.

Casi me quedo atónito 

con las voces de los niño 
casi me conmuevo 
con el amor de los churumbeles.

La voz se muere 

en un instante de angustia,
como aurora en decadencia 

a falta de sol, a falta de lluvia.

No hay viento que no arrastre la voz... 

no hay brisa que no alargue una canción silenciosa.

No hay más voz que la tuya 

la que me ha enamorado 
aunque pase de largo por el
costado de mi alma ..


Autor .. Manuel Gimeno Cervera .

Derechos reservados
.
Pintura . Acuarelas .
De . Manuel Gimeno Cervera
..

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