sábado, 27 de febrero de 2016

Isobel Goldie

Desagradecimiento humano tengo 
yo que madrina fui de tus trofeos,
un enjambre de avispas te deseo 

cuando en todos tus sueños intervengo.

Seré tu bruja mala, no detengo
este rencor que siento sin rodeos.
Isobel Goldie, bruja de los reos,
esa soy, del infierno en llamas vengo.

Joven ama de casa, y fui quemada,
maldita la ignorancia si juzgaron
con un falso lenguaje procesada.

Los hombres por el coito me asediaron,
volveré con el trueno perfumada;
me vengare de aquellos que triunfaron.


Manuel Gimeno Cervera.
MADRE
Al dolor la lengua muerdes 
hermanas, madres y esposa, 
en floridos campos verdes 

la libertad impetuosa,

azul, como frío acero
se clava en la piel, el alma
y por ti, yo vivo y muero.
Madre, paz, amor y calma,

con tus lágrimas agrietas
este corazón tozudo
y a mis sentidos inquietas
y la garganta hace nudo.

Como astros brillan tus ojos
alumbrando mi camino
sin vallas y sin cerrojos.
Madre, a tu paz me confino.


Manuel Gimeno Cervera.
SERÁS.

Cuando moran silentes los amantes
en las hojas del árbol, sus tejidos,
en las variadas flores jadeantes,

nacen llantos en ecos florecidos.

Está tu piel oliendo a primavera,
en ese manso río de agua y leche.
Será tu garra fría de pantera
en esta noche clara quien aceche.

Serás la voz, el eco del planeta,
la esencia de una noche de verano;
serás alba, la dulce luz violeta.

Y sueño con tu sueño más cercano;
oscura está la noche, más completa,
cuando mi alma se funde con tu mano.

Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.

Soneto sacado de las rimas de "Rosa de Fuego".
de Antonio Machado
AL ALBA AMANDO 

Mis demonios están entretenidos 
llorando como niños por sus daños 
contando sus pecados, más engaños,

vagando en mi memoria ya perdidos.

Que no haya confusión, mal entendidos,
y no quiera el rey Sol mis desengaños;
ya no me duele el sueño en estos años,
si están enajenados mis sentidos.

Con el amanecer vamos naciendo
y lucho por estar al alba amando
con la piel insinuante loca, ardiendo.

Y te beso, te abrazo, te voy dando
el más bello sentir que está creciendo
y entre luna y estrellas voy penando.

Manuel Gimeno Cervera.




Rimas sacadas del poema:

AMANTE DESESPERADO DEL PREMIO Y
OBSTINADO EN AMAR

Quevedo.
LENTO PASA EL TIEMPO 

Ante mi tumba inerte paso el día, 
oscuras son las flores de mi duelo
y fría es esta tierra como el hielo

donde dormita el cuervo al mediodía.

Sobre el metal que brilla el sol yacía
el azul de mis ojos y mi cielo,
ardiente cementerio donde vuelo,
fragante es tu jardín, tu cercanía.

Son tus celdas desiertos de caprichos
y el tiempo lento pasa en soledad
entre la blanca niebla de estos nichos

Si algunos locos creen por bondad
que me auxilien el alma ante los bichos
y me dejen en paz en mi frialdad.


Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España
Derechos reservados.

Morir entre los peces.

Desmayarse en tu lecho, qué alegría;
áspero es este amor como tu boca,
alentando victorias me sofoca;

leal quisiera ser sin más porfía.

No deseo tu aliento si mentía;
mostrarse el alma dura como roca,
enojado, valiente, el mar me evoca,
satisfecho alocado perdería.

"Fíate de la Virgen y no corras"
beber del frío cáliz que me ofreces,
me olvide que en tu piel, el beso borras,

creer que fuiste sol algunas veces,
dar por darte mi amor entre mazmorras,
esto es como morir entre los peces.


Manuel Gimeno Cervera.


LA TIERRA 






Lloro desconsolada, mal herida,
invisible, homicida, 

el hombre ha perforado mis entrañas;
ya no canto, me siento adolorida,
desconsolada, hundida,
en estas negras brumas tan extrañas.

Mis océanos lágrimas de vida,
en la tierra dormida,
el marinero cuenta sus hazañas
y canta la sirena enfurecida
enojada, aturdida
por el luto que lleva en sus pestañas.

La tormenta de Abril aún no llega,
mis ríos moribundos secos mueren,
los peces nadar quieren
y el progreso acerado se los niega.

Y a mi agonía mísera segrega,
al árbol moribundo lo malquieren;
talado lo prefieren,
ya la brea derramada me doblega.


manuel  gimeno cervera.
TU MIRADA 

Contemplando tu mirada 
siento el eco del silencio 
y a mi corazón conciencio 

de no nutrir el amor
ligado a mi alma marcada.

Que el viento lleve mi pena;
y que la luz, Luna Llena,
se lleve el odio, el dolor.


Manolo Gimeno Cervera.
Nuestros fríos cuerpos

Con tus ojos alumbras el crepúsculo 
y el día queda preso en tu memoria; 
cuando mi voz te llama con su brío

rogándole a la noche el beso dócil.

Que en tu mente penetren mis palabras,
con tristeza jamás yo te busqué
si el amor a mi cuerpo lo maldice
en la fuente del agua que me purga.

Quiero ser el mejor de tus sirvientes;
tómame con la fuerza de un volcán
déjame que me queme muy despacio,

entre la oscuridad de mi obsesión,
entre la piel de nuestros fríos cuerpos,
calmando mis deseos más carnales.


mamuel gimeno cervera.
¿Dónde está la corona que te sonroja?

A los cuatro vientos gritaré tu angustia,
tú, mi fiel felino, rugido tesoro,
grave es tu destino sobre tierra mustia, 
con un gesto torpe ruges insonoro.
Camina entre tus llamas la fiel manada,
al amparo del viento desde el sudeste,
al hastío quebranta la tierra osada,
solo cuando me llamas fiero y agreste.

En tierra castigada resoplas vida
donde muere en silencio, la sangre roja,
te acuso sin demora tu fe batida
¿Dónde está la corona que te sonroja?
Pides un aullido, si a la piel condenas,
ágil es el eco llamando a la luna,
liberando el alma, liberando penas,
doliente y cansado, perdida fortuna
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.
TE AMO, TE ODIO Y TE SIENTO.

Que el tiempo pase muy lento 
entre tu cuerpo y mis ganas,
entre tormentas profanas,

vertiendo flujos al viento.

Y te amo, te odio y te siento
más allá de mi verdad
y el beso es realidad,
no conozco la cordura
ni tampoco la ternura,
en tus senos, no hay piedad.


Manuel Gimeno Cervera.
VIVO DENTRO DE TU SUEÑO

De tu miedo me alimento,
de tu silencio me adueño; 
vivo dentro de tu sueño, 

yo seré tu mandamiento.

El sol se funde violento
en nuestro lecho de muerte
en la noche gris, inerte.
Yace el corazón mezquino
en tu cuerpo cruel y fino
vomitando sangre. ¡Olerte!.

Agujas crueles, certeras
y el corazón en un hilo
cuando a tu sentir mutilo
y radiante intensa mueras.

Si con tu lengua lamieras
mis lágrimas, mis heridas,
daría mis siete vidas,
¡qué no quede cicatriz
en el alma, en su raíz,
sobre las pieles zurcidas!.

Manuel Gimeno Cervera.
La noche y su silencio

Recuerdo tu mirada entre la gente,
sensual y penetrante que enamora;
tu esplendoroso andar de pecadora
seduce al corazón más insolente.

El día se hace lento, más doliente,
quisiera conocerla más señora,
morir mi fe no quiera entre su aurora
si solo soy tiniebla entre tu frente.

Déjame que naufrague por tus pechos,
me rindo a los embrujos de tu vicio,
corrompe mi virtud en tus pecados.

Que los latidos queden satisfechos,
corrompiendo la noche y su silencio
y queden complacidos, destrozados.


Autor: Manuel Gimeno Cervera.
Derechos reservados.
España.

lunes, 15 de febrero de 2016

AMANDO LO SECRETO.

"Vuelve mi corazón a su faena", 
sin temor a tu amor descontrolado,
ufano, jadeante, ensangrentado;

sintiendo tu caricia más obscena.

—"¡Oh monte lila y flavo!—, peregrino,"
seré eternamente a tu caricia,
abrazando la noche que codicia
con capricho, tu piel, tu sed, tu vino,
.
"que de claro venero, gota a gota,"
que tu cuerpo excitado las expulsa
bebiendo sin descaro, sin repulsa
en un viaje libido sin derrota.

"Tus grandes ojos de mirar inquieto"
animan mis deseos en mi cama,
siendo mi meretriz, mi hermosa dama;
amando, deseando lo secreto.


Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España
Derechos de autor


Versos de Machado:

"Vuelve mi corazón a su faena"
—"¡Oh monte lila y flavo!—, peregrino,"
"que de claro venero, gota a gota,"
"Tus grandes ojos de mirar inquieto"
AFRODITA 

De piel fina, la más esplendorosa,
la vástaga de Urano, el dictador,
cortejada por Ares, su mentor;

Afrodita es tu nombre, piel de diosa.

Tejedora de engaños y de sueños;
das tu carne al placer desconocido
llevando los gemidos al olvido
al echar de tus pechos los empeños.

En tus piernas, la caja de Pandora
sobre mi boca ardiente de deseo
soñando con tu aroma si te veo,
mas quisiera que fueras mi tutora.

Llévame a ese rincón entre tus piernas
donde guardas lamentos y quebrantos,
y seré viento, el eco entre tus llantos,
las más frías caricias, las más tiernas.

Disculpa si mi sangre te provoca,
pues navegan por ella mis heridas,
desde que recorrí tu hiel de loca,
me ha amargado el recuerdo siete vidas.


Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España
Derechos reservados.