miércoles, 31 de diciembre de 2014

TIERRA MÍA


No sé labrar,
en los campos infames
donde duerme el hastío,
efímeras promesas
regocijo del duende
bravura de mi frente.
Callaré, me apartaré,
seré libre en mi agonía
con mi constante pena,
con la conciencia tranquila.
¡No hay sudor que no alivie
la sombra de un ciprés!
¡Campos de la tierra mía!
Alma que llora el día,
más allá de la hambruna
he de ser persona.
¡Hasta la lluvia ayuda,
al cerezo en su hermosura!
Condición del hambre
que mata el día,
arrecifes de una tierra
que no da cosecha.
¡Nuestra es la tierra!
Por hambre, por su lindura.

Autor: Manuel Gimeno Cervera 
Derechos reservados 

No hay comentarios:

Publicar un comentario