Gastaré mi tiempo
en la calidez de tus manos,
descansando mi mente
por los días malos,
por los días buenos
No necesitamos
que nadie controle
nuestros pensamientos.
Yo puedo hacer
que desparezca el dolor
y si es necesario
ponerme a tus pies.
Hay un silencio
en los patios de mi calle,
el sereno se aleja
gritando las siete menos diez.
¡Ya nada puede molestarnos!
Creo que debemos hablar ahora,
o dormir todo el día
si así lo prefieres.
Siento como si
me estuviera ahogando
con la luz del alba.
Por el tiempo gastado,
por el perfume derramado,
hoy si no te importa
gastaré mi tiempo
en la calidez de tus pechos
¿Si así tú lo quieres?
Autor : Manuel Gimeno Cervera
Derechos resrvados
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