me contradice la razón,
todas las espinas sangran
en el tallo de una flor.
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Y si la apatía no me nombra,
entonces si tendrás razón.
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Nuevas palabras
tendré que aprender
para poder escribir
esta historia de amor.
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Ayer fuimos aire
y besamos el mar,
hoy somos sangre
y mañana quién sabrá.
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Autor: Manuel Gimeno Cervera.
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Derechos reservados
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