domingo, 28 de diciembre de 2014
LA ESPERA.
Clara, serena,
brillante, mágica;
la voz que me perturba.
Estoy aquí, en tu esquina,
con el alma fría,
con las manos agrietadas,
buscando un beso
que demora a la mañana.
Deja sabor amargo en los labios,
la luz de la aurora, inhumana
y sanguinaria la cruel oscuridad.
Grávida noche,
lluvia sin gotas,
y el pecho palpita
en la frigidez del mármol.
En la alborada de los sueños
se esconden los acertijos,
y en el laberinto de tu mente
descansa mis reclamos.
Autor : Manuel Gimeno Cervera.
Derechos reservados
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario