¡Corre mi gitana, corre!
Con la falda arremangada
surcan el río mermadas,
rosa roja de estandarte,
ojos verdes, manos largas
y en los bajos la navaja,
las gitanas vislumbraban,
lavando ropa sus penas.
Zíngara es tu fe cristiana
y vistes de brizna fina
cuando cantas tus plegarias
a la puesta del ocaso.
Llegan cantos de mordaza,
viene la benemérita,
a tu sangre roja clamas
la callada madrugada,
sus capas de telas claras
han entrado en esta corte
con las manos condenadas
¡Corre mi gitana, corre!
la brisa viene cegada
y la voz ensangrentada
en la noche subastada.
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados.
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