domingo, 29 de noviembre de 2015

Lilit

Señora mía, aquí mis manos tienes; 
hoy como ayer bañadas de rocío 
sin pena, sin cuidado me encadenas 

a tu piel verde donde Adán sonrío.
Al borde del manzano de amor llenas
de rosas y perfumes, Dios rujío.
Quisiera ser tu ángel tenebroso
quisiera ser tu fuego clamoroso.


Manuel Gimeno Cervera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario