sábado, 27 de febrero de 2016

MADRE
Al dolor la lengua muerdes 
hermanas, madres y esposa, 
en floridos campos verdes 

la libertad impetuosa,

azul, como frío acero
se clava en la piel, el alma
y por ti, yo vivo y muero.
Madre, paz, amor y calma,

con tus lágrimas agrietas
este corazón tozudo
y a mis sentidos inquietas
y la garganta hace nudo.

Como astros brillan tus ojos
alumbrando mi camino
sin vallas y sin cerrojos.
Madre, a tu paz me confino.


Manuel Gimeno Cervera.

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