MADRE
Al dolor la lengua muerdes
hermanas, madres y esposa,
en floridos campos verdes
la libertad impetuosa,
azul, como frío acero
se clava en la piel, el alma
y por ti, yo vivo y muero.
Madre, paz, amor y calma,
con tus lágrimas agrietas
este corazón tozudo
y a mis sentidos inquietas
y la garganta hace nudo.
Como astros brillan tus ojos
alumbrando mi camino
sin vallas y sin cerrojos.
Madre, a tu paz me confino.
Manuel Gimeno Cervera.
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