sábado, 20 de junio de 2015

SOBRE EL SOL DE ORO 
Los días que la piel besa el crepúsculo,
te busco en los peldaños de la luz
en la penumbra gélida me amparo,
donde gime la flor y balbucea.
De todas las palabras rotatorias
me quedo con la más bella y macabra
que fluye de tu boca, fiel y dócil
es el deseo, sed que me purga.
Lo sé, me enamoré hoy de tu vientre
en el instante que bebí del Grial,
la oquedad del ombligo tiene enigmas.
Como la dulce miel de la obsesión,
no amamos en silencio entre el estiércol
en la "madrugá", por tu sol de oro.
Autor: Manuel Gimeno Cervera.
España.
Derechos reservados

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